lunes, 29 de octubre de 2012

No pienso en otra cosa que en poder cerrar los ojos y dejarme llevar allí donde la imaginación me arrastre, ya que seguramente siempre me acabaría llevando a aquel lugar en donde todos los autobuses se dirigen hacia tu ventana. Me gustaría poder vivir allí, poder ser invisible y levantarme cada mañana para poder ver, sin que tú me vieses, como te levantas y tiñes el cielo de azul celeste en cuanto abres los ojos, pues en mi imaginación, en mi mundo, tus ojos dan luz al resto de las cosas...

5 comentarios: